Nos encontramos en Huancavelica, en un restaurante alucinante. En el medio de la sierra degustando manjares de la amazonía peruana. Increíble pero cierto. Es cuando conocímos a Alexander Dreyer y Johanna Kranig, visitantes turístas proveniente desde Hamburgo en Alemania, que juntos habían pedido un chifa amazónico muy bueno.
Un breve intercambio de palabras y nos dimos cuenta que eran alemanes, de inmediato les dimos la bienvenida en su lengua natal. Luego para comunicarnos mejor, procedimos en inglés, que lo dominaban perfectamente. Nos cuentan que habían estudiado una ruta que no figuraba mucho en los paquetes turísticos convencionales. Muchos de estos paquetes, sólo vuelan directamente a ciertas ciudadades sin el chance de pasear por los distritos de la ruta.
La ruta que habían escogido era la terrestre empezando por Lima, lugar en donde arribaron desde Alemania. Sin conocer mucho, llegaron al paradero de buses y salieron hacia Huancayo en donde llegaron a varios lugares turísticos locales, caminando o en taxi para conocer los distritos cercanos y pasear plenamente por los lugares en donde realmente se vive la cultura.
Luego de unos días en Huancayo, optaron por tomar una carrera hacia Huancavelica. La carrera fue fletada de aproximadamente 30 a 50 soles, un carro particular que paraba por cada pueblo que ellos decidían parar. Llegaron a Izcuchaca, en donde desayunaron sus panes de todos tipos y sabores. Chapla, de fruta, de queso, una infinidad que al turista agrada. Sintieron el sabor a leña que recuerdan hasta hoy. Compraron sus panes para todo el viaje.
En Huancavelica conversamos toda la tarde, nos hicieron muchas preguntas. Justamente en la plaza de armas, colegios desfilaron con sus trajes típicos. Los visitantes corrieron a tomarse fotos con todas las comparsas de niños vestidos con sus trajes típicos que de inmediato subieron a sus redes sociales alemanas para el júbilo de sus amigos que atentamente daban sus likes y comentarios respectivos. Ellos reportaban de esa forma, en donde estaban y que es lo que estaba sucediendo durante su viaje. Internet era la clave para un viaje seguro.
Alexander Dreyer y Johanna Kranig, visitantes turístas proveniente desde Hamburgo en Alemania visitando Huancavelica en viaje de placer y mucha aventura, junto a los niños en desfile escolar. 05/09/2019 Plaza de Armas, Huancavelica.
Luego de responder a todas sus preguntas, procedimos a ayudarlos a conseguir movilidad al siguiente pueblo, Ayacucho. Una vez fletada la movilidad, ellos pasearon por todas las iglesias, alrededor de siete en la capital huancavelicana. Llegaron a ir a las aguas termales y pasearon por los mercados ecológicos cercanos. Decidieron quedarse un día más en Huancavelica. Simplemente les faltó tiempo para continuar la visita a los museos y otros atractivos locales, como la antigua mina Se dice que los españoles comenzaron a explotar la mina de mercurio, en la zona de Huancavelica, hoy conocida como Mina Santa Bárbara en 1566, cuando, de acuerdo a la leyenda, un nativo llamado Ñahuincopa mostró al español Amador Cabrera de su existencia.
Nos preguntaron si era importante viajar a MachuPicchu, la respuesta era inminente, pero para poder aprovechar el 100% del viaje, conocer el Perú andino en su explendor, Cusco y Puno deberían ser los lugares finales junto con Iquitos o Pucallpa, vía aérea, como cierre con broche de oro para esta nueva ruta que ellos, los alemanes, habrían descubierto.
La planificación del viaje fue desde Hamburgo. No consultaron con ningún medio o agencia de viajes. Decidieron, sin saber el estado de las carreteras, la mejor ruta que hayan podido tomar para conocer lo más remoto del Perú. Recordemos que la carretera central es angosta y puede haber demoras y congestión, debe ensancharse y mejorar ciertos tramos. La carretera Huancayo - Huancavelica, está en excelente estado, es asfaltada, pero falta unos cuantos kilómetros para llegar a la capital. Sabemos que está en los planes del Gobierno Regional terminar ese tramo. Desde Huancavelica a Ayacucho falta asfaltar. Ellos preguntaron si ese tramo era dificil, pero no se hicieron problemas, tomaron sus precauciones. Viajarán en esa trocha de dia para poder tomar muchas fotos de los paisajes naturales y totalmente limpios de contaminación entre esas ciudades.
Para culminar la ruta hacia el Cusco, llegarán a Ayacucho para luego salir hacia Apurímac. La pregunta fue entonces ¿Nos quedamos en Andahuaylas o Abancay?, nuestra respuesta fue simple. Ambos son bellos, un par de dias en cada uno para explorarlos con toda holgura. En Andahuaylas tenemos un lago llamado Pacucha, que según cuentan, es encantado. Pero tiene unas truchas y pejerreyes de medio metro. Eso los convenció. En Abancay la van a pasar muy bien, la gente es muy amable y tienen variedad de costumbres y mercados artesanales donde pueden comprar recuerdos para sus amigos. Toda esa ruta es asfaltada hasta Cusco en donde van a encontrarse con muchos de sus compatriotas turístas.
En Cusco podrían tomar varias alternativas para llegar a MachuPicchu, via tren, via terrestre y haciendo trecking en el Qapac Ñan un par de dias caminando ya eso depende de como es que deseen llegar. Les advertimos que preparen sus sanguchitos para el viaje, por que en el hotel de turístas pueda que no les salga a cuenta un cafecito.
Preguntaron 2 temas. Puno e Iquitos. Puno era cerca, existe carretera y no es caro viajar. Vale la pena visitar las islas flotantes de los Uros, Amantaní y Taquile. Un día completo para ese viaje por nuestro lago Titicaca, el más alto del mundo. El tema de Iquitos fue fácil de convencer. Les preguntamos si les estaba gustando el plato chaufa de sajino y tallarín amazónico que estaban almorzando. No hubo resistencia. Muy aparte del tema gastronómico, les conmovió el tema de los incendios en Brasil, por lo tanto decidieron visitar nuestro pedacito de selva que tenemos y cuidamos. Ellos habían ya averiguado que existían viajes directos desde Cusco hasta Iquitos, por lo que ya estaban planificando ese viaje final en nuestro querido Perú.
La nota final es simple. La infraestructura vial, hotelera, gastronómica. La seguridad, los policias turísticos, el transporte, todo debe de organizarse para poder recibir a este tipo de turista de aventura. La juventud en el exterior, muchas veces prefiere un tour no guiado, donde ellos puedan decidir por donde pasear, quedarse a dormir, sin tener que salir como borregos con todo el resto del grupo turístico cuando otros decidan. Ellos decidieron su viaje desde tan lejos y les aseguro que es la mejor ruta para comprender y gozar totalmente nuestra cultura. Es trabajo de todos los peruanos, en especial los del exterior, vender lo maravilloso del turismo en nuestro país. Y cuando tengamos turistas cerca, tenemos que ser nosotros embajadores naturales dando todo el apoyo posible para que la estadía sea muy placentera para nuestros visitantes. La seguridad debe ser muy especial. No podemos dejar que los asalten ni estafen. Mucho trabajo queda por hacer, pero es también tarea de cada uno de nosotros. Esperamos nuestros amigos alemanes, culminen su viaje sin percances y gocen al 100% todo lo que le podemos brindar. Cada turísta representa trabajo digno para todos los que proveen servicios al interior del país, un tema aún no explotado en su cabalidad. Sólo algunos lugares tienen todo armado y prácticamente copado. Rutas como esta, son la solución para el desarrollo económico de los lugares menos privilegiados.
IMAGINEMOS si tuviéramos el Tren Macho operativo...
Pronto culminaremos esta historia, que como ya sabemos, ha empezado... !Buen viaje Amigos! Gute Reise, liebe Freunde !!!
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